Hoy, 14 de octubre, se
festeja el 145º aniversario de nuestro pueblo, General Conesa.
Lo cierto es que
antes de esa supuesta fundación, de ese fortín colonizador que se implantó en
nuestras tierras, vivía gente. Personas que lamentablemente hoy no se recuerdan
en nuestras palabras de conmemoración. Muchos de nosotros llevamos esa sangre, aunque
muchos de nosotros la neguemos. Y aunque el nombre de esta comunidad le haga
honor a un general, hay algo que es seguro: las raíces no se pueden esconder,
tarde o temprano hacen de las suyas y emergen de variadas formas. Pero emergen.
Tehuelches, mapuches,
nativos, pueblos originarios, indios, como queramos llamarlos. Eran personas,
que con su sangre regaron esta tierra que hoy pisamos. Muchos de ellos
apresados y esclavizados en un campo de concentración ubicado en Valcheta. Un
holocausto.
Aquí, ellos ya se
valían y disfrutaban de este bello río, que aún sigue resistiendo a nuestra
inconsciencia. Vivían en equilibrio con la natura. Para el huinca materialista
eso era ignorancia.
Si bien es utópico,
hay algo que deseo fervientemente: es que pronto cambie nuestra postura de la
destrucción sin límites. Y que llegue el día en que cuidemos a la Pacha como se
lo merece. Por nosotros y por los que vienen.
Hoy los murales de
la escuela tienen un mensaje claro, elaborado por los chicos, que por años
ayudará a recordarnos todas estas cosas y más.
Imágenes de la Primera Fiesta de la Diversidad Cultural. 10 de octubre de 2014.
La imagen de la costa del río es a dos cuadras del centro y es actual.